Iba la tortuga
Despacito, andando
Por entre guijarros
A orillas del mar
Una garza blanca
De pico muy largo
Le dijo: qué amargo
No puedes volar
Siguió su camino
La tortuga lenta
Dejando en la arena
Su huella fugaz
La vio una gaviota
De plumaje oscuro
Le dijo: qué duro
No poder volar
Siguió la tortuga
Su marcha cansada
Pequeña, obstinada
Queriendo llegar
La vio un aguilucho
Cazador muy ducho
Quien dijo altanero:
No puedes volar
La encontró un cangrejo
Y mirando lejos
Le dijo: no vuelas
Mas puedes nadar
Y bajo una ola
Espumosa y blanca
Cangrejo y tortuga
Volvieron al mar.
La pena es que algunos ni volamos ni nadamos. Bello poema.
ResponderBorrarHe puesto un enlace de tu blog en mi web "Los cuentos tontos", en la sección "Otros sitios".
Un abrazo