ENIGMA

Los siglos no menguaron el prodigio
De la caliza piedra
En mitad del universo
Y sin embargo  sus ojos
Velados desde siempre
Vislumbraron insomnes
Ocasos encendidos
Y lunas trasnochadas.
Su corazón de piedra
Azotado en lo alto
Por vientos desatados
Quien sabe alguna noche
Latiera apresurado
En la efímera magia
De insondable misterio
Desandando los siglos
Entre el cielo y la tierra
Petrificada y sola
Filosofa sombría
Sobre aquella criatura
Contumaz y soberbia
Depredadora aciaga
De la azulada esfera.
El viento que ha barrido
Por siglos las arenas
No ha logrado empero
Despeinar su melena
Y sigue inconmovible:
Su estatura de piedra
Desafía ecuaciones
Desorienta las huellas
De nómades febriles
Bajo las garras, pétreas
Mientras soles y lunas
Absortos, la contemplan.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario