Cuando tiempo y espacio
Hacen caer el telón de la tarde
Te recuerdo.
Invisibles, los duendes de la luna
Danzan su ritual de magia
Trapecistas de sueños
En mortales saltos
Caen al vacío, sonriendo.
No importa que la noche
Cubra con oscura capa
Las rosas de tu huerto
Y en el jardín, los lirios
Con su intacta blancura
Se doblen, somnolientos.
No importa amor, no importa
Porque a pesar del tiempo
La niebla, la distancia,
De pasión me estremezco
Y si muere la tarde
Hay luces en el cielo.
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